¿En qué situaciones podrías necesitar la Terapia Familiar?

Son múltiples los motivos para iniciar un proceso de terapia familiar: crisis y cambios vitales significativos, dificultades en la comunicación, insatisfacción de las necesidades, situaciones del pasado no resueltas, conflicto en relación a las familias de origen, familias reconstituidas, conflictos parentales, dificultades en la relación entre padres e hijos, conflictos entre hermanos, pérdidas, enfermedades, dificultades en la convivencia y los límites, necesidad de orientación post divorcio...

La Terapia Familiar Sistémica puede ser de gran apoyo en momentos de transición y cambio, tanto si se presentan dificultades, como para sentir la orientación y referencia de otra persona que os acompaña sin juicio y con una visión integrada y holística de vuestro sistema familiar.

Algunas de las situaciones que pueden llevarte a iniciar un proceso terapéutico familiar son:

• Conflictos relacionales.
• Necesidad de orientación pre o post divorcio.
• Momento de crisis familiar.
• Falta de límites.
• Falta de comunicación.
• Dificultad en la convivencia.
• Adicciones.
• Ansiedad y estrés.
• Depresión.
• Enfermedad de algún miembro.

¿Qué os puede aportar un proceso terapéutico familiar?

• Mejora de las relaciones en el sistema familiar.

• Herramientas para identificar, comprender y expresar pensamientos, emociones y sensaciones.

• Orientación, reconocimiento y desarrollo de vuestras capacidades y potencialidades como sistema.

• Reconocimiento del origen y sentimiento de pertenencia.

• Restablecimiento saludable de los diferentes roles dentro del sistema.

• Mejora de la comunicación.